Testigo, Cine para Actuar



En Nacer: Diario de Maternidad (Colombia, 2011), el documentalista autodidacta Jorge Caballero se dio a la tarea de revisar algo muy rutinario, algo muy común: el nacimiento. Así, con la cámara de Carlos M. Gómez-Quintero, Caballero entró a diez hospitales públicos bogotanos a ver los modos y las condiciones en las que llegan al mundo un nuevo y único ser. 
En los créditos finales, Caballero agradece a diecienueve madres que accedieron a que las filmaran, desde que llegan al hospital hasta que nace el bebé, pasando por la recepción/interrogación por los médicos de guardia, sus discusiones/desencuentros con el personal -alguna quiere ya parir aunque le falten dos semanas, otra de plano prefiere salir del hospital renegando de todo-, el proceso de parto con todo e instrucciones jocosas de los médicos -"Puje, pero no con la garganta, sino con la colita"- y los llantos finales, tanto del recién nacido como de la madre, abrumada por el dolor pero también por la alegría -y en un solo caso, habría que subrayar, acompañados por los llantos orgullosos de un joven padre, que le agradece, chillando, a su joven mujer, que lo haya hecho papá.
Dividido en seis secciones que cubren seis días y claramente delimitadas por sus respectivos títulos -"Esperar", "Cumplir", "Querer", "Defender", "Aceptar", "Resistir"- que señalan una etapa del parto y/o una situación específica de la mujer parturienta en específica que seguimos, el documental de Caballero se desentiende de la voz en off explicativa y de toda información contextual que no aparezca a través de la observación de los médicos, las enfermeras, las mujeres que paren -o que todavía no pueden- y sus bebés. Queda claro que el cineasta y su equipo no están ahí para hacer una denuncia de nada -es cierto que esos hospitales colombianos que vemos no están para presumir, pero tampoco tratan a nadie mal, por más que el último parto de la película sea en una cama y con una sola doctora-, sino para mostrar, neutralmente, lo que sucede en cualquier hospital público cuando llega una mujer -sea principante o esté en su sexto parto, sea joven o ya no tanto, esté delgada o o"gordita", esté casada (solo dos) o soltera o viuda, se muestre radiante de felicidad o con la mirada perdida- a traer una nueva vida.
Por lo mismo, la puesta en imágenes de Caballero y su fotógrafo siempre es respetuosa. Acompaña sin intervenir, y cuando las mujeres entran en trabajo de parto, se privilegia el plano general o el plano medio, de la cintura hacia arriba. Cada vez que el bebé sale y llora -en cinco ocasiones, porque vemos cinco partos en el filme- es dificil contener la emoción, imposible no mirar con asombro. No hay nada más natural que nacer -o morir, claro está- y, sin embargo, cada ocasión es diferente, cada oportunidad es única. Por eso, en el final, vemos a varios recién nacidos captados por la cámara de Gómez-Quintero y, alguno que otro, muy sazón, mira hacia ella, nos mira a nosotros. Están vivos y hemos sido testigos de ese milagro tan común.

Nacer: Diario de Maternidad se exhibe este jueves en Cinépolis Diana a las 11:30 horas.

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